El papel de la mujer como madre y cuidadora en el ámbito familiar, ha evolucionado a lo largo de décadas, a cientos de mujeres con mucha iniciativa, formadas y excelentemente preparadas que han visto en el ámbito asistencial un lugar donde poder ofrecer a las personas atendidas unos servicios de calidad. Centrados no solo en los cuidados puramente médicos sino con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores y de ofrecerles una serie de servicios y atenciones dirigidos a garantizar su bienestar y lo más importante, su felicidad.

Ante una realidad eminentemente masculina donde diariamente debemos luchar por la igualdad creemos que es fundamental detenernos para valorar nuestras habilidades y capacidades y nuestra excelente preparación. Dejar a lado los prejuicios de género y por una vez dar relevancia al papel de la mujer como pionera y como base de un sector en auge en el que empoderar a otras mujeres sobradamente preparadas para seguir avanzando y reivindicando nuestro lugar. Ignacio Fernández-Cid, nuevo presidente de la FED (Federación Empresarial de la Dependencia) dice, «Tenemos que poner en valor el sector. Somos de los que más empleo está creando y el que más está invirtiendo» (aquí)

 El sector en números, se sabe que el sector asistencial y del cuidado a personas dependientes es mayoritariamente femenino, como ejemplo hemos recogido los datos de residencias de la tercera edad en el municipio de Rubí (ver, Tabla 1). El 83,33% cargos directivos son mujeres, el 79,54% personal técnico (licenciatura/diplomatura) son mujeres y más del 75% del equipo de atención directa/indirecta son mujeres. Como dato relevante, la asociación catalana de residencias ACRA, tiene presidenta.

Contrastemos con los datos generales en sectores fuera de la salud donde solo un 11% de los cargos directivos son mujeres y, 28% de los investigadores en todo el mundo son mujeres.

Según el Consell Interuniversitari de Catalunya el pasado 2018 a las Proves d’Acces a la Universitat (PAU), 12.096 estudiantes fueron hombres, 16.686 fueron mujeres con mejores notas en selectividad y bachillerato, donde el 60% de los 523 excelentes fueron para mujeres. De este número el 73% de las inscripciones a la universidad fueron en ciencias de la salud y solo un 24,5% se decidió por carreras STEAM -Science Technology Enginyering Arts Maths – (dato preocupante teniendo en cuenta que la demanda en empresas tecnológicas y TIC se incrementa un 4% anualmente)

Esto refleja un futuro de mujeres prometedor en el sector asistencial, donde tienen mejores expedientes académicos y el 73% optan por carreras vinculadas al sector de la salud.

Tabla 1 comparativa de residencias de la tercera edad en Rubí:

CENTRO Plazas

m2/per

Mujer/Total plantilla

dirección Equipo técnico

(Mujer/total)

Equipo gerocultor

(Hombre/total)

Atención indirecta
(total Hombre)
Hostelería
(total Hombre)
El Cel de Rubí (GRUP Rubí Social)
54

25 m2

34/40

Mujer           7/8          1/20              3             1
Conxita Valls

(GRUP Rubí Social)

52

28,8m2

34/38

Mujer           7/8           1/19               2             0
Amanecer 60

25 m2

34/40

Mujer          6/7            2/?               1             2
Assistida MUTUAM

(Rubí)

90

 

Mujer          6/7          5/36              0               1
Els Avets 38

 

 

Hombre            4/7           50%               0              0
Sant Jaume 30

 

 

Mujer          5/7            1/?               0               0

A través de estos números nos gustaría dar visibilidad a un sector asistencial, muchas veces desprestigiado y olvidado, donde en muchas ocasiones ni nosotros somos capaces de valorar unos excelentes números y unas fantásticas mujeres. Un modelo muy profesional y experto, sector liderado por mujeres al que se tiene social y culturalmente por un sector con mal fama y poco profesional, donde en los discursos nunca aparece el envejecimiento con calidad de vida, que es la realidad del modelo asistencial actual.

Estigmas que nos persiguen, como la figura del “cuidador no profesional”, principalmente mujeres, donde las personas que coticen bajo este rol, lo hacen bajo la mínima cotización y tendrán un acceso al sistema de pensiones precario, derivando en dos problemas principales:

1) No permitiendo la progresión laboral, convierte a las mujeres en ‘asistentes’ que ven su vida condenada al igual que la de la persona dependiente. Así, tras años de cuidados de una familiar dependiente, no se consigue ninguna cualificación para volver al mercado de trabajo. Nadie cuida a su padre, madre, esposo o esposa por 200 o 300 euros al mes, sino por amor y cariño, sin pensar en el sobre coste que tiene eso para él o ella.

Donde además los cuidados no profesionales muy a menudo no son suficientes, derivando en una precariedad en el envejecimiento y una falta en la calidad de vida de nuestros mayores.

2)  Así, tras años de cuidados de una familiar dependiente, no se ha cotizado lo suficiente para generar una pensión cosa que por supuesto hace que el día de mañana se soliciten los cuidados bajo un coste puramente público. Por lo tanto, la atención a mayores y dependientes es una obligación que deben asumir las administraciones y es un derecho de todas las personas tener una asistencia de calidad con un modelo profesional.

Empoderemos el sector, hagamos visible estos números y las grandes capacidades de gerencia y dirección de las mujeres, a través de nuevos modelos de atención y asistencia ofreciendo estrategias que permiten una implicación bio psicosocial desde un abordaje interdisciplinario.

Mujeres innovadoras y luchadoras que han hecho sobrevivir el sector servicios a la tercera edad en la enorme crisis, crisis económica con consecuencias sociales devastadoras, donde la esperanza de vida des del 2010 ha decrecido un año de vida por año, que con los recursos congelados y retrasos en los pagos han seguido apostando por la calidad en la etapa final de vida en una población de envejecimiento creciente. Si en este sector ha sido posible, lo es en todos, empoderemos a la sociedad dando ejemplos reales de mujeres reales y sectores reales donde la mujer va sin duda a la cabeza.