Vivimos a toda prisa. Demasiado deprisa. Por suerte, durante la vejez, con una buena calidad de vida y si no hay enfermedades ni preocupaciones a nuestro alrededor, es posible reducir el ritmo para poder disfrutar más del día a día, las conversaciones, los amigos, etc. Sin embargo, hay veces que las personas mayores también se sienten nerviosas o angustiadas. Hoy queremos hablaros sobre la relajación de las personas mayores.

Si bien sentirnos relajados es importante para todo el mundo, para personas de cualquier edad, para los mayores lo es aún más ya que muchos de ellos padecen circunstancias que les hacen vivir más estresados: dolencias, haber dejado su casa de toda la vida, no estar todo lo que quisieran junto a su familia, etc.

Lo cierto es que muchas personas creen que los ancianos viven una vida muy tranquila, lejos de cualquier situación estresante. Pero esto no siempre es así: la ansiedad y el estrés también están presentes en las vidas de nuestros mayores, especialmente en personas con cierto deterioro cognitivo ya que el estrés y la ansiedad son parte de esta condición.

Ellos también poseen preocupaciones y miedos que les crean ansiedad. Es por esto que es muy importante ayudar a realizar ejercicios de relajación para personas mayores, además de conocer dónde y cómo se sienten seguros y tranquilos. Así, conseguiremos que vivan con la tranquilidad que merecen.

Actividades de relajación para evitar o combatir problemas de salud

Las actividades de relajación para mayores son una herramienta efectiva para combatir diversos estados alterados y sus consecuencias. El principal problema es que estos estados, en especial los ansiosos, no solo afectan al estado de ánimo, sino que en muchos casos son también el origen de otros problemas de salud importantes como:

  • Obesidad
  • Diabetes
  • Presión arterial alta
  • Deficiencias cardíacas
  • Insomnio y otros trastornos del sueño
  • Aumento de las posibilidades de desarrollar Alzheimer

¿En qué consiste la relajación de las personas mayores?

La relajación es un estado de reposo físico y mental que aporta un profundo descanso, equilibra el metabolismo y el ritmo cardíaco, libera de tensiones musculares o psicológicas y produce bienestar, calma y tranquilidad.

Para lograr la tan deseada relajación, podemos acudir a ejercicios físicos, de movilidad, respiración, etc. Sigue leyendo para descubrir algunos de ellos.

Mindfulness

Practicar ejercicios de mindfulness tiene un impacto muy positivo a la hora de intentar controlar y/o rebajar el estrés y la ansiedad generados por una situación de incertidumbre.

¿En qué consiste esta práctica? Se trata de prestar atención de forma consciente a la experiencia del momento presente, sin preocuparnos por lo que ya ha pasado o por lo que puede o va a pasar.

En las sesiones que ponemos en práctica en El Cel Rubí, el objetivo es lograr un profundo estado de conciencia, y se usan varias técnicas para alcanzarlo. De esta manera, conseguimos que nuestra conciencia se relaje sin elaborar juicios sobre lo que sentimos o pensamos en ese momento.  Se le otorga un gran peso al aquí y ahora ya que focalizamos toda la atención en el momento presente.

Estos ejercicios se pueden practicar en sesiones cortas, de alrededor de media hora, y es preciso realizarlos en un lugar cómodo, agradable y sin ruidos estridentes que nos distraigan, a excepción de música suave y relajante.

Para el mindfulness la posición será simplemente sentarse cómodamente en el suelo (cada uno a su manera). La postura debe dejar la espalda en un ángulo recto para facilitar la respiración. Si es necesario pueden coger un cojín, una esterilla o una toalla para estar más cómodos. En las sesiones, buscaremos respirar profundamente, identificar las emociones, sentir el propio cuerpo, escuchar los sonidos que nos rodean o pensar en sabores y olores.

¿Qué beneficios aporta el mindfulness en las personas mayores?

  • Aliviar síntomas propios de la depresión o ansiedad.
  • Tener efectos positivos en la percepción del dolor.
  • Mejoras en la memoria, capacidad de concentración, autoconciencia e inteligencia emocional.
  • Mejora en la percepción de soledad.

Ejercicios de respiración

Nuestros mayores, a través de los ejercicios de respiración, pueden conseguir beneficios como reducir los síntomas de la ansiedad o, incluso, aliviar dolores físicos. Además de relajarse, aumentarán su capacidad pulmonar, bajarán las pulsaciones del corazón y restablecerán la función del diafragma.

Lo ideal es empezar por controlar las respiraciones. Para eso es recomendable realizar un ejercicio que contenga inspiraciones profundas.

Hay especialmente dos efectivos ejercicios de respiración, inspirando por la nariz y espirando por la boca: respiración recostado, sentados en un sillón con la espalda apoyada en el respaldo; y respiración de pie, con las piernas ligeramente separadas. Si nuestro mayor tiene que permanecer en la cama, también hay una serie de ejercicios que se pueden hacer tumbado.

Yoga y pilates

El yoga o pilates, al unir respiración, movimiento y estiramientos en un equilibrio perfecto, es una excelente opción. Es también muy beneficioso para las personas de la tercera edad.

Son actividades muy adecuadas para concienciar sobre nuestro cuerpo y lograr desconectar de los problemas diarios. Ya que se trata de aprender a respirar y mejorar la postura a través del fortalecimiento muscular.

Estiramientos

Dentro de la categoría de ejercicios de movilidad, junto al yoga y pilates, lo más básico es realizar los estiramientos correctos en las distintas zonas del cuerpo.

Las personas mayores deben mantenerse activas, pero sobre todo relajadas para que su calidad de vida no se reduzca con el tiempo, y para ello es muy necesario seguir una rutina diaria de ejercicios con los que se pueden evitar muchos males tanto físicos como psicológicos.

Lo que buscamos es que los músculos no se agarroten ni se atrofien con tanta facilidad. Pueden ser ejercicios muy simples, pero también son muy eficaces. En este sentido, cabe destacar que es necesario hacer hincapié en las extremidades y en la zona de los hombros y cuello que es donde más estrés se acumula.

Terapia ocupacional

La terapia ocupacional busca mantener y aumentar la autonomía de las personas mayores. Suele ser grupal, de forma que los residentes se liberan, se sienten más cómodos y comprendidos. Producen muchos momentos de diversión, escape y de risas, por lo que impera el buen humor. Una de nuestras terapias más populares entre nuestros mayores es la roboterapia.

Arteterapia

Ambiente relajado, música pausada y movimientos tranquilos para relajarnos y explorarnos a través del arte.

Es la combinación entre terapia ocupacional y arte, y constituye una forma eficaz de abordar trastornos propios de la edad como la demencia, enfermedades neurológicas como el alzhéimer o el párkinson y físicas como la artritis o la artrosis. Pintar, dibujar, recrear espacios… este tipo de ejercicios fomenta positivamente la relajación en ancianos y personas mayores, siendo también de mucha utilidad.

Los beneficios de las técnicas de relajación en personas mayores

Al lidiar a diario con numerosas responsabilidades y tareas, o con las demandas de una enfermedad, es posible que las técnicas de relajación no sean una prioridad. Sin embargo, siempre hay que apostar por ellas en la vida diaria en la residencia, tal y como hacemos en El Cel Rubí. Y es que los beneficios son incontables:

  • Disminuir la frecuencia cardíaca.
  • Disminuir la presión arterial, la frecuencia respiratoria, tensión muscular, dolor crónico, fatiga, la actividad de las hormonas del estrés, ira y frustración…
  • Mejorar la digestión, la atención y el estado de ánimo y la calidad del sueño.
  • Controlar los niveles de glucosa en la sangre.
  • Incrementar el flujo sanguíneo hacia los músculos más grandes.
  • Desarrollar la confianza para resolver problemas.
  • Aliviar el dolor de cabeza y/o musculares, en especial de espalda y cuello.
  • Aumentar la creatividad, sobre todo con alguna especie de “bloqueo mental”.
  • Reducir el estrés general, alcanzar la paz interior y el equilibrio emocional.
  • Aliviar los síntomas de la ansiedad.

Es importante recalcar que la relajación no pretende sustituir la visita médica diaria o sustituir un tratamiento que éste le haya prescrito, sino que es un complemento.

Conclusión

El control de la ansiedad en la vejez, o los propios ejercicios de relajación para un mayor bienestar, exigen el diseño de rutinas que permitan que el adulto mayor se mantenga en activo.

Las actividades de relajación para mayores a través de la respiración o la meditación son más efectivas cuando se combinan con el ejercicio físico y mental, como la terapia ocupacional o la arteterapia. La actividad moderada y adaptada al nivel de capacidad de cada persona permitirá tomar el control sobre todos aquellos aspectos que pueden repercutir de forma negativa en la salud física y psicológica de las personas mayores.