Un problema de violación de derechos humanos invisible

 

En nuestra sociedad cada vez tiene más fuerza el movimiento en contra de la violencia machista o el maltrato infantil. Pero, ¿qué pasa con el abuso y maltrato a las personas mayores?

Es un problema social que, pese a que está logrando más visibilidad, sigue siendo un tema tabú que no recibe la atención necesaria por parte de los planes de acción gubernamentales. De hecho, es el tipo de violencia que menos se trata en los estudios. 

Un tipo de violencia que pasa casi inadvertido, ya que solo se notifican 1 de cada 24 casos. 

Y este problema de salud pública y social se verá incrementado notablemente en un futuro próximo, debido al aumento de población mayor de 60 años. Se prevé que pase de los 900 millones de personas de 2015 a los 2000 millones en el año 2050. 

Por ello, el día 15 de junio (fecha oficial de la ONU) se celebra el DÍA MUNDIAL DE TOMA DE CONCIENCIA DEL ABUSO Y MALTRATO EN LA VEJEZ, con el objetivo de denunciar y concienciar sobre el maltrato y sufrimiento que padecen miles de personas mayores en el mundo. 

 

¿Qué es el maltrato a los ancianos? 

La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo define como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. 

Uno de los mayores hándicaps radica precisamente en el hecho de que el abuso suele darse en el ámbito familiar, de modo que las personas que lo padecen no se atreven a denunciarlo, por miedo a represalias, a ser abandonadas o a perder relaciones afectivas (hijos, nietos, etc.)

Aunque en general el maltrato es intencionado, ya sea físico o psicológico, en muchos casos suele tratarse de un abandono. Es decir, no cubriendo las necesidades de la persona mayor, como su nutrición, su higiene, su medicación…

 

Tipos de abusos

Como hemos visto, este tipo de violencia en mayores puede darse de diversas formas:

  • Maltrato físico: uso de la fuerza física que causa lesiones intencionadamente. Puede incluir golpes, pellizcos, zarandeos, uso inapropiado de fármacos…
  • Maltrato psicológico: causa un daño emocional. Implica el uso de amenazas, insultos, menosprecio, humillaciones, impedir la toma de decisiones, etc. 
  • Abuso sexual: cuando hay contacto sexual con una persona anciana sin tener su consentimiento, tocamientos, desnudez forzada, etc.
  • Maltrato económico: apropiación sin autorización de dinero, objetos y propiedades pertenecientes a la persona mayor. También la manipulación de documentos o cuentas bancarias. 
  • Abandono o negligencia: cuando el cuidador se desentiende de las necesidades de la persona mayor (alimento, higiene, medicación) y esto amenaza a su salud o a su seguridad. También cuando es abandonado en residencias, hospitales o lugares públicos (plazas, centros comerciales…)

Todas estas situaciones raramente son denunciadas. 

Muchas veces las propias víctimas sienten vergüenza o simplemente no pueden hacerlo, debido al deterioro de sus capacidades cognitivas o de comunicación. 

Es por esto que hay que tener este problema presente, para poder detectarlo y prevenirlo. 

Cómo evitarlo

Son muchos los factores que influyen para detectar los malos tratos, así que debemos estar muy alerta ante los indicios que nos indiquen una posible situación de abuso. 

Al ser una problemática compleja y muchas veces oculta, es esencial una sensibilización de la sociedad para poder prevenirla. 

Entender y afrontar los factores o situaciones de riesgo es fundamental para desarrollar iniciativas públicas o privadas. Hay que detectarlos y actuar antes de que aparezca el maltrato. 

Por otro lado, los factores de protección son aquellas características de la propia persona mayor, su familia o su entorno, que podrían actuar para prevenir estas situaciones. 

Este 2021 hemos participado en la elaboración de la Guía Local para hacer frente a los maltratos a personas mayores, llevada a cabo por los servicios sociales del Ayuntamiento de Rubí, en colaboración con la Diputació de Barcelona. Se trata de una herramienta para que profesionales y agentes sociales adquieran un profundo conocimiento de este tipo de violencia y les proporcione unos criterios y circuitos para prevenirla, detectarla y poder actuar. 

Cómo actuar ante un caso de abuso o maltrato a una persona mayor 

El silencio de cuidadores, familia o instituciones nunca debería ser una opción. 

Cualquiera que detectara o tuviera sospechas de que existe un posible caso de maltrato, ha de ponerse en contacto con las autoridades pertinentes para darlo a conocer y buscar una solución. 

Si no es posible acudir a la policía, existen otras alternativas: 

  • El Imserso puede ofrecer consejo o apoyo, así como facilitar medidas o posibles soluciones. 
  • Comunicación al Juzgado de guardia. Se prestará especial atención al caso y se actuará con mayor rapidez. 
  • Solicitud urgente de residencia, si la persona no está viviendo en las condiciones oportunas. 
  • La Asociación para la investigación del maltrato al anciano (EIMA): realizan acciones de sensibilización, forman a profesionales, realizan investigaciones y publican documentos relacionados con los malos tratos. 
  • La Asociación de lucha contra el maltrato a mayores (ALMAMA): es una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo ayudar a personas mayores que viven una situación de abuso y maltrato. 
  • Solicitud de valoración del estado de salud en un centro de salud: cuando hay cambios físicos notorios o evidencia de daños físicos, el médico realiza un chequeo para confirmar las sospechas. 

 

Una responsabilidad como sociedad

No debemos caer en el paternalismo o la infantilización. 

Las personas mayores son parte de nuestra sociedad, y como tal, deben poder formar parte de ella de una manera activa. Hay que fomentar su participación y promover un envejecimiento activo. 

Del mismo modo que penalizamos el sexismo o el racismo como formas de discriminación, también hay que reprobar el edadismo, que discrimina a las personas por razón de su edad. 

Es necesario inculcar una actitud positiva hacia las personas mayores y proteger sus derechos. Y considerar esta etapa de la vida igualmente activa, un momento para disfrutar y compartir con otras generaciones.