Con el reto de mejorar la calidad asistencial y lograr una mejor calidad de vida para nuestros mayores, en las últimas décadas han ido apareciendo y desarrollándose nuevas estrategias de intervención en el ámbito psicogeriátrico.

Uno de los métodos que está ganando más importancia y popularidad en la actualidad es la intervención mediante la estimulación multisensorial o Snoezelen.

Este concepto se desarrolló en Países Bajos en los años 70 como Terapia No Farmacológica (TNF) y está pensado para proporcionar sensaciones y estímulos específicos a la persona, buscando su bienestar e interacción con el entorno y contribuyendo a la organización cerebral, la comunicación y el aprendizaje.

 

La práctica de Terapias No Farmacológicas (TNF)

En El Cel Rubí las Terapias No Farmacológicas (TNF) son uno de los elementos en los que nos apoyamos para lograr una importante mejora de la calidad de vida de nuestros mayores.

¿Qué son las Terapias No Farmacológicas?

Se trata de toda intervención ajena al uso de medicamentos, con fundamento científico, realizada sobre el paciente o el cuidador y potencialmente capaz de obtener un beneficio relevante sobre los principales síntomas de diferentes enfermedades neurodegenerativas.

Por lo tanto, las TNF son un complemento del tratamiento farmacológico, sin excluirlo ni sustituirlo. Hablamos de intervenciones dirigidas a optimizar la cognición, mejorar el estado de ánimo, la conducta y la funcionalidad de los pacientes. Siempre, desde entretenimiento y la diversión, fomentando actividades lúdicas y la participación social.

Gracias a su condición de actividad grupal, se favorece la conexión con el entorno, las relaciones interpersonales y la comunicación.

Un ejemplo es la roboterapia. En El Cel Rubí apostamos por la roboterapia para jugar y acompañar a personas con deterioro cognitivo avanzado y generar efectos en nuestros mayores como el placer o la relajación. En este enlace podéis ver en qué consiste.

Hoy, no obstante, queremos hablaros de una de las principales actividades terapéuticas englobadas en el campo de las TNF que desarrollamos en nuestros centros: la Sala de estimulación multisensorial – Snoezelen.

 

¿Qué son las salas Snoezelen?

El enfoque “Snoezelen” procede de los términos explorar y soñar, así como de la teoría de la Integración Sensorial de Jean Ayres.

Es un concepto que asume el mundo como lugar en el que vivimos en constante mezcla de luces, sensaciones, gustos, experiencias táctiles, etc. mediante nuestros órganos sensoriales.

Esto se puede configurar como terapia para provocar el despertar sensorial de las personas, favoreciendo la comprensión con nosotros mismos y el entorno mediante actividades significativas y estímulos.

Por lo tanto, las salas multisensoriales Snoezelen son espacios interactivos pensados para la estimulación de los sentidos, buscando mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad y personas mayores con deterioro cognitivo severo o demencia, cuyas capacidades motoras y neurológicas están afectadas.

 

Características de las salas multisensoriales Snoezelen

El espacio Snoezelen es una sala adaptada con material ya preparado para proporcionar experiencias sensoriales diversas. Lo que busca es lograr un ambiente de estimulación facilitando la exploración, el descubrimiento y el disfrute de diferentes experiencias sensoriales. Es lo que conocemos como “despertar sensorial”.

De esta manera, las actividades que desarrollamos en estos espacios están planificadas según las circunstancias y necesidades de los usuarios que participan en ellas, para ofrecer un servicio personalizado velando en todo momento por nuestros mayores.

Estos espacios proporcionan ambientes cálidos y de bienestar, lo que permite a la persona trabajar las capacidades conductuales y emocionales. Los elementos que han de estar presentes en un espacio Snoezelen varían en función del tipo de sistema sensorial que estimula: táctiles, vibratorios, vestibulares, visuales, auditivos, gustativos y olfativos.

Objetivos y enfoque de las intervenciones

Estas salas suponen un medio muy efectivo para trabajar múltiples objetivos de intervención enfocados a mejorar la calidad de vida de las personas, tales como:

  • Motores: Coordinación motora y manual, rangos de movimiento, control de la postura…
  • Sensoriales: Registrar varias sensaciones, ya sean táctiles, visuales, auditivas, olfativas, propioceptivas o vestibulares.
  • Cognitivos: Niveles de atención y alerta, integrar conceptos, memoria, resolver problemas…
  • Psicosociales: Iniciativa, madurez emocional, respetar turnos y roles, autoestima…

 

Beneficios de las salas Snoezelen

La estimulación sensorial es especialmente beneficiosa, por ejemplo, en personas con Alzhéimer o deterioro cognitivo severo, ya que tienen dificultades para controlar sus habilidades psicomotrices.

En cualquier caso, usar entornos multisensoriales tiene beneficios inmediatos en el estado de ánimo de nuestros mayores, así como en sus capacidades. Algunos de estos beneficios son:

  • Mejorar la confianza en uno mismo y potenciar el autocontrol, la atención y la concentración.
  • Mejorar la autoestima mediante la posibilidad de elección, reduciendo el estrés y mejorando de paso su estado de ánimo.
  • Mantener el contacto con el entorno y hacer que el cerebro continúe siendo receptivo a los estímulos.
  • Estar más activos y alerta, disminuyendo la apatía y el aburrimiento.
  • Rebajar las alteraciones conductuales de agresividad y las de agitación, hablando más espontáneamente, relacionándose mejor, etc.
  • Aumenta la duración de la mirada dirigida a las personas de referencia.
  • Maximización de la plasticidad neuronal.
  • Incentivar la exploración, la experimentación, la creatividad y la comunicación.

La evidencia nos indica que los entornos multisensoriales Snoezelen son óptimos para personas con:

  • Discapacidad intelectual y trastornos generalizados del desarrollo.
  • Ictus, fracturas, depresión o párkinson.
  • TEA, RETT y trastornos de conducta.
  • Demencias y enfermedad de Alzheimer.
  • Daño cerebral y otras patologías neurológicas.

 

Elementos y actividades en las salas multisensoriales

En el Cel de Rubí, la sala multisensorial Snoezelen representa un recurso muy edificante y efectivo que ayuda al terapeuta ocupacional, educador social y psicólogo a crear ambientes de sosiego y relax, agradables, accesibles tanto física como cognitivamente, capaces de estimular los sentidos y facilitar la interacción de las personas mayores con otros residentes, sus familias, entorno e incluso con los cuidadores.

Para que las personas mayores pueden trabajar la memoria, la comunicación e incluso la coordinación psicomotriz, en las salas multisensoriales Snoezelen se recrean atmósferas mediante el uso de luces, aromas, música, sonidos y texturas.

Algunos ejemplos:

  • Para el tacto, podemos usar cajas con distintos productos de diferentes tamaños, formas y texturas, o telas de diferentes texturas.
  • Para la vista, tubos que cambian de color, fibra óptica, elementos con efectos al proyectarse…
  • Para el olfato, la difusión de aromas.
  • Para el gusto, masticadores y/o mordedores.
  • Para el oído, música de ambiente, instrumentos, proyección de música e imagen…

De esta manera, materiales como la cama de agua, sillón vibro-acústico, tubo de burbujas, luz negra o bola disco, que son materiales eficaces pero muy caros, pasan a un segundo plano, ya que para su introducción se necesita un mayor apoyo humano para poder utilizarlos y una mayor inversión, lo que convierte a las salas multisensoriales en un espacio muy costoso y de escaso provecho.

Para llegar al mayor número de usuarios y poder implementar dichas salas, tanto materiales como terapias deben ser accesibles económicamente y a su vez poder dirigir la terapia o actividad con un único profesional, siendo la sesión 1:1 o en grupo reducido.

En El Cel Rubí utilizamos diversidad de materiales con los que el terapeuta aplica estímulos, ya sea para la activación y el aprendizaje o en busca de la relajación y el bienestar. Y siempre, realizando una evaluación continua de los residentes para adaptar cada elemento y actividad a sus capacidades.

 

Conclusiones

El principal objetivo de las residencias de ancianos es garantizar la calidad de vida y bienestar de las personas mayores. Especialmente, cuando el deterioro cognitivo y funcional asociado con enfermedades típicas de la edad está presente, ya sea Alzheimer, demencias… Por ello, contar con espacios adaptados como las salas multisensoriales es fundamental.

Se ha demostrado que, a través de la estimulación sensorial y cognitiva, la agitación se reduce y el deterioro cognitivo, sensorial y funcional se ralentiza.

Se trata de una terapia que forma parte de las terapias no farmacológicas, muy presentes en la residencia El Cel Rubí. Es, en definitiva, un complemento perfecto al resto de actividades que buscan mejorar la calidad de vida y el trato individualizado del paciente.

De esta forma, apostamos por el uso de materiales simples para realizar terapias y actividades sensoriales, asegurándonos de que estas actividades llegan a todos los usuarios que pueden beneficiarse de ellas. Por supuesto, siendo llevadas a cabo por la terapeuta ocupacional, educador social o psicóloga, en paralelo con otras actividades del centro, lo que asegura un éxito y el máximo rendimiento de nuestra sala multisensorial.