En el post de hoy analizamos la función de la terapia ocupacional en las residencias para mayores, la labor de los profesionales que trabajan en El Cel Rubí y su importancia para cubrir las necesidades específicas de todos nuestros y nuestras residentes.

Dentro del proceso de ingreso y permanencia en una residencia de personas mayores, el acompañamiento de expertos es fundamental en cada una de las fases. Uno de los profesionales que juegan un papel determinante en el bienestar de las personas que ingresan y residen en El Cel Rubí, así como en cualquier residencia de ancianos, es el terapeuta ocupacional.

¿Qué es un terapeuta ocupacional?

Esta profesión socio-sanitaria tiene como principal función dotar a la persona de mayor autonomía y calidad de vida. Para ello, y partiendo de una valoración especializada e individualizada, así como implementando un plan de tratamiento pautado, emplea la ocupación como medio. Es decir: el/la terapeuta ocupacional, a través de la actividad como forma terapéutica, ayuda a la prevención de enfermedades y discapacidades, a tratarlas, a mantener una buena salud y a la rehabilitación de la funcionalidad perdida en las áreas de autocuidado, educación, etc. cuando existe algún problema carácter físico, cognitivo y/o sensorial.

Regulación y rol de la terapia ocupacional

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la terapia ocupacional se define como el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que, a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, previene y mantiene la salud, “favorece la restauración de la función, suple los déficits invalidantes y valora los supuestos comportamentales y su significación, profunda para conseguir la mayor independencia del individuo en todos sus aspectos: mental, físico y social”.

En España, la terapia ocupacional es una profesión regulada por la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias (LOPS). La función principal es la aplicación de técnicas y la realización de actividades de carácter ocupacional que tiendan a potenciar o suplir funciones físicas o psíquicas disminuidas o perdidas, y a orientar y estimular el desarrollo de tales funciones.

Los terapeutas ocupacionales tienen conocimientos sobre rehabilitación en el ámbito socio-sanitario, y en nuestro país 1 de cada 3 profesionales trabaja con personas de edad avanzada. El papel de los terapeutas ocupacionales es determinante en los cuidados sanitarios y sociales para mejorar la calidad de vida de las personas.

La formación que tienen estos profesionales les acredita para:

  • Valorar de las capacidades y limitaciones de la persona.
  • Prevenir discapacidades.
  • Valorar las capacidades sensoriales, superiores, sociales y psicológicas.
  • Elaborar y evaluar programas de tratamiento de rehabilitación individualizados.
  • Entrenar y reeducar en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
  • Adaptar el entorno y asesorar a familias.
  • Ayudar al individuo a reajustar sus hábitos diarios y capacitarlo para obtener el mayor grado de reinserción como miembro activo dentro de su comunidad.

 

¿Cómo trabaja el terapeuta ocupacional en El Cel Rubí?

En una residencia de personas mayores, este profesional realiza primero una valoración inicial para analizar el nivel de autonomía de la persona y dar pautas a todo el equipo auxiliar de cómo hay que tratar a esa persona. De esta forma, evalúa las condiciones contextuales que afectan directa o indirectamente la participación de la persona en sus actividades de la vida diaria, como por ejemplo las barreras arquitectónicas, condiciones de accesibilidad, exclusión social… Todo, con el objetivo de adaptar o modificar el entorno de cara a conseguir la mayor independencia posible.

Se trata, por tanto, de un trabajo fundamental. En nuestra residencia, el terapeuta ocupacional confecciona la valoración Barthel, que da las pautas a seguir por cada persona. Y según la autonomía de cada persona, sabemos hasta qué punto puede valerse por sí sola, y donde no puede llegar nosotros hacemos la atención directa.

Se crea un plan de atención, con unas pautas especificas a realizar por el usuario y fomentar su autonomía a través de actividades básicas, por ejemplo, vestirse la parte superior, o cepillarse los dientes, para no perder la capacidad del movimiento que nos permite hacerlo.

A través del plan de actividades del centro, se busca también el fomento de la psicomotricidad gruesa y fina con actividades relevantes, útiles y del agrado de la persona, que la motiven a realizar dichos ejercicios y de forma indirecta ejercitar el cuerpo y la mente para mantener la autonomía. Coser un botón suelto, doblar toallas, preparar los disfraces de carnaval, un torneo de bolos, ayudar con la preparación de platos culinarios, cuidar las plantas. Actividades de todo tipo que nos gusten y nos hagan sentir útiles y felices y sobre todo que ejerciten nuestro cuerpo.

Áreas de trabajo e intervenciones

Las áreas que trabaja el terapeuta ocupacional son:

  • Actividades básicas de la vida diaria, en especial del autocuidado, como bañarse, vestirse o asearse.
  • Actividades instrumentales de la vida diaria más relacionadas con el entorno como las compras, el uso del teléfono, cuidar de otros, movilidad en la comunidad…
  • Ocio y tiempo libre, para proporcionar libertad y autodesarrollo mediante juegos de mesa, cine, teatro, paseos…
  • Estimulación cognitiva, para capacidades de lenguaje, memoria, atención, cálculo, concentración, etc. y estimulación funcional.
  • Entrenamiento de prótesis y ayudas técnicas.
  • Realizar un seguimiento y evaluación de la aplicación del tratamiento de Terapia Ocupacional.

En suma, los profesionales de la terapia ocupacional en las residencias para personas mayores son profesionales sanitarios dedicados a la rehabilitación física, neurológica, geriátrica, salud mental o psicosocial, así como la discapacidad psíquica, traumatología o adaptación del entorno, entre otros.

Objetivos y beneficios

En geriatría, la Terapia Ocupacional tiene como principal objetivo aumentar la calidad de vida de las personas de la tercera edad mediante herramientas que mejoran su salud. Además, este profesional persigue fomentar un mayor grado de independencia e integración social de la persona, así como estimular y mantener las capacidades cognitivas que se ven afectadas por el envejecimiento. Algo que es crucial para la salud, autoestima y calidad de vida de los residentes.

Por otro lado, cabe señalar que el terapeuta ocupacional en El Cel Rubí no trabaja solo con el paciente, sino también con la familia, con el fin de ajustarse mejor a sus necesidades, habilidades y entorno. Una vez detectadas estas necesidades, trabaja con la persona de forma individual.

El terapeuta ocupacional estudia qué es lo que necesita la persona para garantizar su autonomía. Al mismo tiempo, enseña a practicar una variedad de ejercicios que permitan mejorar el movimiento de las articulaciones, cómo sentarse, levantarse de la cama… A la par, ayuda a mejorar la atención, la memoria y las habilidades sociales mediante actividades físicas, lúdicas, de entretenimiento…

Así, entre los beneficios de la terapia ocupacional en residencias podemos destacar:

  • La prevención de discapacidades, lesiones y disfunciones ocupacionales.
  • Mejora de la capacidad física y el tono muscular de las personas.
  • Fomento de su autonomía, individualidad, autoestima y confianza, interacción y la socialización.
  • Potenciación de las capacidades de cada persona.

El principal objetivo es encontrar actividades de relevancia para cada persona, para que No sea una obligación hacer un ejercicio rehabilitador, sino que, a través de una actividad con un sentido para el usuario, indirectamente podamos trabajar todas las capacidades y detener o ralentizar así su deterioro. Por este motivo en nuestro centro, conocer bien a nuestros usuarios nos permite desarrollar un plan de actividades vivo, que se modifica según los gustos de los usuarios, que garantice su participación y que puedan compartir en grupo para fomentar los lazos sociales.

Desde el servicio de Terapia Ocupacional del Centro Residencial El Cel Rubí, realizamos una labor directa y diaria con el residente y sus familiares desde el ingreso. Siempre de forma individualizada, explicamos los tipos de programas que desarrollamos y su finalidad, así como el procedimiento que seguimos para motivarles a que participen en los mismos.