Las personas, a medida que envejecemos, nos volvemos más vulnerables ante cualquier lesión. Es por ello que los mayores tienen más riesgo de sufrir accidentes debido a la disminución de sus funciones, a ser más propensos a caerse, lesionarse o enfermar. Ante dichas situaciones, se hace vital conocer cuáles son los primeros auxilios en personas mayores y cómo se deben realizar, ya sea para manejar caídas, quemaduras, problemas cardiovasculares u otros accidentes comunes. Se trata de un conocimiento clave para las familias y los propios ancianos, y especialmente para las residencias de personas mayores como El Cel Rubí.
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¿Qué son primeros auxilios en personas mayores?
Los primeros auxilios son las medidas inmediatas que se toman en una persona lesionada, inconsciente o que enferma súbitamente, en el sitio donde ha ocurrido el incidente (escena) y hasta que llega la asistencia sanitaria (servicio de emergencia).
Los primeros auxilios, lógicamente, están pensados para ayudar, no para causar más daño, por lo que hay que saber aplicarlos con éxito para:
- Mantener vivo al accidentado.
- Evitar nuevas lesiones o complicaciones.
- Poner al accidentado lo antes posible en manos de servicios médicos.
- Aliviar el dolor.
- Evitar infecciones o lesiones secundarias.
Conocer los aspectos esenciales sobre los primeros auxilios ayuda a salvar vidas y a disminuir los riesgos.
El método PAS
En el caso de los primeros auxilios en ancianos, nos movemos siempre bajo las directrices del método PAS: Proteger, Avisar y Socorrer.
Primero hay que proteger. Es decir, evitar que la fuente de daño siga actuando y no realizar acciones si no se conocen las técnicas. Después hay que avisar, para que los servicios de emergencias lleguen cuanto antes. Por último, hay que socorrer. Si ya se ha avisado y se conocen los métodos para actuar, se pueden realizar las técnicas de primeros auxilios en ancianos.
Cómo realizar los primeros auxilios en mayores
A continuación, os explicamos las situaciones más habituales y/o propensas de accidentes en adultos mayores y cómo brindarle primeros auxilios de forma adecuada.
Intoxicaciones
Cuando aparece una intoxicación hay que averiguar cuál ha sido la causa, es decir, identificar el producto y dar la máxima información posible. Si se identifica, hay que comunicárselo al servicio de emergencias para que den pautas exactas de cómo actuar. Es crucial no provocar el vómito ni administrar sólidos, líquidos o medicamentos.
Cómo actuar ante un atropello
Los primeros auxilios en adultos mayores, en caso de atropello, deben seguir la estrategia PAS. Primero, apartar o proteger a la persona de la carretera. Y avisar de forma inmediata al servicio de emergencias sin mover el cuerpo, para evitar lesiones mayores. Después, se hace todo lo posible por mantener la vía aérea despejada y detener cualquier sangrado.
Quemaduras
Si bien vez son menos frecuentes, los ancianos pueden sufrir quemaduras al manipular líquidos hirviendo, como agua o aceite caliente. Aquí, dependiendo del tipo de quemadura, hay que realizar unas acciones u otras.
Para las quemaduras pequeñas de contacto, enfriar la zona bajo un chorro de agua. En quemaduras por llama, no retirar la ropa. Y en las quemaduras químicas, retirar la ropa y lavar con abundante agua. Y en todos los casos, llamar a la ambulancia.
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Primeros auxilios en adultos mayores en caso de caída
Las caídas son muy frecuentes en la tercera edad y responden a multitud de factores de riesgo. De hecho, según este artículo de First Aid for Life, la gran mayoría de los accidentes que sufren las personas ancianas son las caídas. Dichas caídas suelen estar relacionadas con una pérdida de visión o con problemas del equilibrio, debido al deterioro de los huesos y las funciones motoras.
Una caída puede ocasionar un traumatismo craneoencefálico, una fractura de hueso o la rotura de cadera, entre otras situaciones. Por eso, para trabajar en la prevención de caídas, las residencias se han convertido en un espacio seguro para nuestros mayores, donde se disfruta de una accesibilidad completa disminuyendo drásticamente los riesgos.
En caso de caída, lo primero que debemos hacer es pedir ayuda y revisar el estado de la persona, intentando calmarlo y movilizarlo lentamente. Podemos colocar una almohada o manta, o lo que tengas a la mano, debajo de su cabeza.
- Si aparece mucho dolor en alguna zona, una deformidad o incapacidad de movimiento, hay que evitar mover esa parte.
- Hay que ayudar a esa persona a levantarse cuando sea posible hacerlo sin dolor. Para ello se recomienda colocarlo en cuatro patas para tener más estabilidad. Después se separan los codos del suelo.
- En los casos en los que la caída haya provocado pérdida de conocimiento, dificultad para respirar, posibilidad de algún hueso roto, sangrado o vómitos es preciso acudir a urgencias.
Infarto cardíaco o accidente cerebrovascular
El infarto cardíaco o el accidente cerebrovascular también ponen en riesgo la vida del anciano. Por ello, se debe actuar con rapidez para que las consecuencias sean lo menos graves posibles.
Si un residente sufre alguno de estos dos accidentes, actuamos de la siguiente manera:
- El personal sanitario debe llamar de inmediato a urgencias.
- Revisar el pulso y las respiraciones. Si es necesario, ponemos en práctica la maniobra cardio respiratoria.
- Acomodar a la persona mayor boca arriba, comprobando que no hay ningún obstáculo para que pueda respirar bien.
- Colocar el mentón del mayor hacia arriba para abrir las vías respiratorias, abrimos su boca y tapando su nariz con nuestra mano, inhalamos aire y colocamos nuestros labios sobre los del accidentado. Después, exhalamos el aire hasta que el pecho se hinche. Esta acción debe repetirse 2 veces. Proceder a realizar 30 compresiones rápidas.
- Realizar un masaje cardíaco y combinar las dos técnicas (2 insuflaciones y 30 compresiones) hasta que el anciano recobre el conocimiento o llegue la ayuda médica.
- En El Cel de Rubí contamos con desfibrilador propio dentro del centro y formación para su uso. Además, en colaboración con el Ayuntamiento de Rubí, disponemos de un desfibrilador en la fachada del centro, en la calle, para que pueda ser utilizado en una emergencia en las cercanías del centro.
Desmayos
En caso de desmayos, lo más recomendable es seguir los siguientes pasos:
- Comprobar el estado del adulto mayor, que no encuentre heridas o sangrados.
- Posicionarlo boca arriba, pero dejando la cabeza de lado para evitar que se ahogue con la lengua. Luego, elevar sus piernas con las manos para ayudar a que la sangre llegue al cerebro.
- Cuando la persona recupere el conocimiento, ayudarlo a pararse. Es recomendable llamar a emergencias o ir de inmediato a un centro médico para que le realicen un control.
Actuar frente a un atragantamiento
Otro tipo de accidente común entre los ancianos es la llamada broncoaspiración. Al perder piezas dentales y otros problemas de la edad, tragar es más difícil para los ancianos. Y es posible que parte de la comida vaya a parar a las vías respiratorias. Por eso, en El Cel de Rubí trabajamos en su prevención mediante el cuidado del entorno, la postura, la presentación de los alimentos y el acto de deglución. Por ejemplo, contamos con terapeutas ocupacionales que trabajan sobre el aprendizaje de la deglución en el mayor con disfagia.
En caso de atragantamiento, si la persona tose, no está en riesgo su vida. La tos es el mecanismo del cuerpo para expulsar las obstrucciones. No obstante, y para salvar a la persona ante un atragantamiento que vaya a más, en los momentos más críticos de asfixia, es preciso conocer y realizar la maniobra Heimlich, o bien tratar de dar con el objeto que está obstaculizando las vías y si es posible, sacarlo con nuestras propias manos. Esto último solo lo pueden hacer profesionales capacitados y seguros, porque es peligroso, en El Cel de Rubí disponemos de formación para estos casos así como de dispositivos de emergencia para poder ser utilizados en caso de atragantamiento.
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Otros accidentes comunes
Los primeros auxilios en mayores también deben enfocarse en tratar consecuencias de la diabetes, intoxicaciones por medicamentos o convulsiones, así como el riesgo de que sufran deshidratación o cambios extremos de temperatura.
Botiquín básico de primeros auxilios & Formación adecuada
Para poder realizar primeros auxilios en adultos mayores, es fundamental tener un buen botiquín en casa o en nuestro caso, en las residencias de ancianos.
Este botiquín debe contar con una serie de elementos imprescindibles, como puedan ser gasas, tijeras, tiritas y pinzas, así como cinta, toallas antisépticas y desinfectante de manos.
En el caso de los residentes de hogares de ancianos, éstos tienen muchas más probabilidades que otras personas de ir al hospital. Así, el equipo médico adecuado para hogares de ancianos puede manejar una serie de afecciones médicas menores, evitando que empeoren y reduciendo la necesidad de transportar a los residentes al hospital.
Para ello, hay que contar con los suministros adecuados a mano y la preparación necesaria, como son:
- Suministros de seguridad: Andadores, Sillas de ruedas, Alarmas de cama, Sistemas de llamada para pacientes de los distintos tipos y adaptados a sus necesidades…
- Artículos de primeros auxilios
- Suministros médicos para pacientes
- Ascensores
- Herramientas de evaluación: Estetoscopio, Otoscopio, Oxímetro de pulso, Termómetro, etc.
- Material para la prevención de infecciones
- Apoyo a la salud mental y cognitiva
- El entrenamiento adecuado
- Atención de emergencia respiratoria
Actuar con decisión y rapidez
En nuestras residencias sabemos que conocer las medidas básicas de primeros auxilios en adultos mayores evita muchas complicaciones e incluso puede salvarles la vida. Hay que tener muy claro cómo se debe actuar en cada situación, y que cada cuidador, fisioterapeuta, psicólogo, etc. sea consciente de los riesgos de esa persona. Esperamos que todos estos consejos de te sirvan de ayuda si alguna vez te ves en la necesidad de practicar primeros auxilios a personas mayores.