Viajar en vacaciones con personas mayores es una experiencia maravillosa y enriquecedora. Pero para asegurarnos de que disfruten plenamente de las vacaciones, tanto si viajan en grupo como si viajan en familia, es esencial considerar diversos aspectos prácticos.

Por ello, desde El Cel de Rubí vamos a contaros algunos consejos y recomendaciones para viajar con personas mayores, con el objetivo de asegurarnos de que las vacaciones sean seguras, cómodas y agradables para todos.

Recomendaciones básicas para viajar con personas mayores

Antes de empezar a planear las vacaciones con nuestros mayores, debemos ser conscientes de sus capacidades.

Si la persona no sufre de ningún problema de movilidad, por lo general no habrá obstáculo alguno para visitar cualquier ciudad, destino de playa, zona rural… No obstante, es vital tener en cuenta si hay que andar mucho, hay un gran desnivel, etc.

En este sentido, siempre es necesario e imprescindible considerar los dos siguientes supuestos antes de organizar cualquier escapada familiar y vacacional:

  • Que el adulto mayor debe contar con su propio espacio, para que se sienta parte de la familia, y que disponga de la privacidad que necesita.
  • Intentar que mantenga su rutina, independencia y autonomía dentro de lo posible.

El reto es buscar una sintonía entre todos para usar el viaje con la familia como el mejor antídoto para combatir su nueva vida, y esa soledad que a menudo pueden sentir, así como sus consecuencias en la tercera edad. Y para lograrlo, hemos elaborado una serie de recomendaciones y consejos.

Elegir bien el destino

¿Qué tipo de destinos buscamos cuando nos hacemos mayores?

Lógicamente, con la edad, la forma de viajar cambia. Cuando se es anciano, no vale “cualquier cosa”. Debe primar la comodidad y el confort en los destinos, así como la seguridad, la facilidad de acceso, el clima, la calidad de los servicios… A esto hay que añadir posibles inconvenientes como el idioma, si vamos a un país extranjero, el sistema de transportes en el destino o la accesibilidad de las infraestructuras.

¿Qué debemos evitar?

Climas muy extremos, lugares con terrenos accidentados o condiciones extremas, calles mal pavimentadas, etc. Con ello, nos aseguraremos de que el destino elegido es óptimo para pasar unas vacaciones fantásticas.

Para todo ello, podemos informarnos en la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (PREDIF).

Planificación anticipada

Antes de embarcarse en un viaje con personas mayores, es preciso realizar una planificación previa, asegurándonos de tener en cuenta sus necesidades y preferencias.

Hay que consultar con ellos sobre sus condiciones de salud, medicamentos que deban tomar regularmente y las limitaciones físicas que puedan tener.

También es más que recomendable saber qué servicios de atención médica están disponibles en el destino y anotar los números de contacto de hospitales, clínicas y médicos locales, amén de llevar suficiente medicación y documentos médicos importantes.

Elegir bien las actividades

A la hora de elegir actividades durante el viaje, primero hay que considerar las preferencias y necesidades de las personas mayores. En este sentido, debemos optar por actividades de bajo impacto físico, pero sin caer en el sedentarismo en personas mayores, como paseos tranquilos por la playa / naturaleza, visitas a museos, jardines botánicos, espectáculos culturales, etc.

Es una recomendación más que lógica pero que conviene recordar: se deben evitar actividades que requieran mucho esfuerzo físico o sean demasiado extenuantes para los adultos mayores, especialmente en las horas de mayor calor.

Máximo cuidado de la piel

Gorras, sombreros, protector solar de máxima eficacia, gafas de sol… Toda protección es poca cuando el sol aprieta para cuidar la piel de nuestros mayores.

Ropa y calzado adecuados

La comodidad en la ropa y el calzado no se pueden negociar.

Si se planean excursiones o caminatas, elige ropa ligera pero protectora, como camisas de tejidos naturales y finas, así como pantalones ligeros para protegerse del sol. En suma, no llevar ropa ajustada o que restrinja el movimiento. Asimismo, asegúrate de que todos lleven zapatos cómodos, transpirables y resistentes para evitar rozaduras o lesiones en los pies.

Confort en el alojamiento

Otro factor diferencial: la selección de alojamiento.

Es necesario elegir hoteles, resorts o apartamentos que ofrezcan comodidades adecuadas para su estancia, como el hecho de que haya ascensores o habitaciones en la planta baja disponibles, instalaciones accesibles para personas con discapacidades o incluso servicios adicionales como asistencia médica de emergencia.

Lo que queremos es saber que no existen las barreras arquitectónicas, o que si las hay se salvan con rampas y otros elementos, tal y como hacemos en nuestra residencia de El Cel de Rubí.

Reservar alojamiento en una ubicación céntrica o a pocos pasos del lugar habitual de ocio, como la playa, y sin importantes cuestas, también es otro punto a favor.

Itinerario flexible y una logística óptima

También es esencial planificar un itinerario que no incluya un programa demasiado apretado, sin tiempo suficiente para descansar y relajarse. Buscamos fomentar su envejecimiento activo, no sobrecargarlo.

Es obligatorio incorporar paradas frecuentes durante las visitas turísticas y asegurarse de incluir actividades que sean de interés para todos los miembros del grupo, adaptándolas a los gustos y capacidades de las personas mayores.

Al mismo tiempo, el transporte es otro factor a tener muy en cuenta.

En la medida de lo posible, debemos priorizar opciones que sean cómodas y seguras para las personas mayores. Por ejemplo, si van a viajar en avión, considerar solicitar asistencia en el aeropuerto para evitar largas caminatas o tiempos de espera extensos.

En otros medios como autobuses o trenes, verificar si ofrecen servicios especiales para personas con discapacidades o si cuentan con acceso fácil y seguro para los adultos mayores.

En este sentido, es crucial, en trayectos largos, programar paradas frecuentes para que las personas mayores descansen y estiren las piernas. Esto ayuda a reducir el cansancio y el malestar.

Carné de jubilado y descuentos

Como consejo, en multitud de lugares de interés en España y de Europa, así como en transportes, restaurantes, sitios culturales, etc. realizan descuentos a personas mayores y personas con discapacidad.

Aprovecha estas ofertas para la tercera edad y ahorra dinero en tus actividades y compras llevando el carné de jubilado.

La importancia de la hidratación

Uno de los principales factores que pueden alterar el bienestar y cuidado de los mayores durante las vacaciones es el viajar a zonas muy calurosas. No en vano, una de las afecciones más peligrosas en la tercera edad en verano son los golpes de calor y las deshidrataciones.

Por ello, mantenerse hidratado es fundamental, especialmente durante los viajes y las actividades al aire libre. Es importante llevar botellas de agua y animar a nuestros mayores a beber líquidos regularmente.

Botiquín de primeros auxilios

Preparar un botiquín de primeros auxilios es una precaución inteligente al viajar con personas mayores.

Aquí incluimos medicamentos básicos, vendajes, desinfectantes, analgésicos y cualquier otro elemento necesario para hacer frente a lesiones menores o malestares.

Paciencia y comunicación

Viajar con personas mayores en vacaciones requiere a veces un poco más de paciencia y comprensión. Pero no hay nada que no se remedie prestando atención a sus necesidades y escuchando sus sugerencias, es decir, manteniendo una comunicación abierta y asegurándonos de que se sientan cómodos y apoyados durante todo el viaje.

En definitiva, pasar las vacaciones con personas mayores puede ser una experiencia de lo más gratificante y enriquecedora siempre que se tomen las precauciones adecuadas y se planifique de manera responsable, eligiendo destinos accesibles, alojamientos confortables, las actividades adecuadas y teniendo en cuenta sus necesidades médicas y preferencias de ocio y disfrute.