Paseos y actividades al aire libre para los mayores: beneficios de conectar con la naturaleza

El envejecimiento es una etapa de la vida que merece ser disfrutada plenamente y tomada como un envejecimiento activo.

Una de las mejores maneras de lograrlo es a través de las actividades al aire libre, es decir, de la conexión con la naturaleza y los lugares que nos rodean, de salir del hogar habitual y diario.

La realización de actividades al aire libre y paseos en otros entornos es placentera y conlleva una serie de beneficios para la salud física y mental de las personas mayores.

Es importante recalcar que la movilidad es fundamental para mantener una calidad de vida óptima, y este principio es aplicable a todas las edades y condiciones físicas. Sin embargo, es crucial adaptar cualquier actividad física a las necesidades individuales de cada persona.

Además, los beneficios de mantenerse activo son integrales: la evidencia científica respalda que el ejercicio y las actividades físicas contribuyen positivamente al estado de ánimo.

En definitiva, participar en estas actividades en grupo añade un componente valioso, proporcionando compañía y apoyo emocional, especialmente para las personas mayores.

¿Qué objetivos tienen las actividades al aire libre para personas mayores?

Dentro de los propósitos que buscamos en El Cel Rubí en relación con las actividades al aire libre, fundamentados en las prácticas de terapia ocupacional con nuestros residentes, ponemos en valor los siguientes objetivos.

Mantenimiento de la movilidad articular global

Fomentar ejercicios que preserven y mejoren la movilidad de todas las articulaciones, contribuyendo así al bienestar físico integral de los participantes.

Desarrollo y conservación de habilidades diarias

Incrementar y/o conservar las habilidades y destrezas necesarias para las actividades cotidianas, trabajando en pro de la autonomía de los individuos.

Mejora de coordinación, resistencia y condiciones cardiorrespiratorias

Implementar actividades que apunten a la mejora y cuidado de la coordinación, resistencia y salud cardiorrespiratoria, fortaleciendo aspectos clave para el bienestar físico.

Prevención del sedentarismo y estímulo de la conexión social

Combatir el sedentarismo mediante la participación activa en actividades al aire libre, fomentando la interacción entre los residentes y fortaleciendo los lazos sociales.

Promoción de un uso positivo del tiempo libre

Ofrecer actividades al aire libre diseñadas específicamente para personas mayores, con el propósito de promover el disfrute y la utilización positiva del tiempo libre, contribuyendo a una experiencia más enriquecedora y satisfactoria.

Actividades al aire libre en nuestra residencia

Desde la residencia del Cel de Rubí contamos con un amplio programa de actividades al aire libre, modificados y adaptados en cada caso dependiendo de la época del año, los grupos y las posibilidades de cada uno de nuestros residentes.

Así, en nuestra terraza, destacan actividades de psicomotricidad, como petanca o juegos con pelotas. Mientras, en la piscina planteamos unos retos divertidos para ‘pescar’ unos muñecos y remojar los pies.

Además de los juegos de mesa como el ajedrez o el dominó, también apostamos por la estimulación cognitiva, con juegos más grupales como el ahorcado con la pizarra o de preguntas.

Fuera ya de nuestra residencia, especialmente en época de primavera/verano, organizamos excursiones a la playa o al exterior para tomar café. También hacemos salidas grupales con familiares para pasear.

Tipos de actividades al aire libre para personas mayores

¿Cuáles son las actividades al aire libre para personas mayores más habituales? Entre ellas destacamos:

  • Paseos por la naturaleza: Caminatas suaves por senderos naturales y excursiones a parques locales o jardines botánicos.
  • Jardinería terapéutica: Plantar y cuidar flores o vegetales o crear espacios de jardín accesibles para todos.
  • Observación de aves o colocación de comederos para aves en áreas comunes.
  • Yoga al aire libre, con clases adaptadas a las necesidades de los mayores en parques o jardines. El yoga mejora enormemente la calidad de vida porque activa los músculos y, a la vez, los relaja. Practicarlo al aire libre aumenta la calma que aporta este ejercicio, reduciendo dolores musculares y crónicos, la ansiedad o la pérdida de memoria, mejorando el sueño, etc.
  • Arte al aire libre y actividades creativas en entornos naturales.
  • Picnics y eventos sociales: Organización de comidas al aire libre y eventos especiales para fortalecer la comunidad.
  • Programas de educación ambiental: Charlas y actividades que fomenten la comprensión y aprecio por la naturaleza.
  • Gimnasia para personas mayores: Para conservar la movilidad y recuperar parte de la que se ha perdido, hacer gimnasia con ejercicios de movilidad adaptada a la persona mayores nos ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad, aumentar la autoestima y la vitamina D en nuestro cuerpo y regular el sistema inmunológico.

El control de las actividades

Lógicamente, este tipo de actividades deben estar mínimamente planificadas, ya que si bien no existen ‘peligros’ asociados, sí debemos valorar las posibles condiciones climáticas, llevando protección solar y ropa adecuada; que sean accesibles, garantizando la accesibilidad a los lugares seleccionados, especialmente para personas con movilidad reducida; y por supuesto, mantener la supervisión adecuada durante las actividades.

Los beneficios de las actividades al aire libre para los mayores

La mejora de la salud física, el fomento del bienestar mental, la socialización, el impulso de los vínculos interpersonales y la estimulación cognitiva son los grandes beneficios que podemos observar al realizar este tipo de actividades.

Otras ventajas son:

  • mejora la circulación sanguínea
  • despeja la mente
  • Favorece mantener un peso ideal, que es diferente en cada persona
  • ayuda a dormir mejor
  • ralentiza el deterioro cognitivo.

En suma, los paseos al aire libre promueven la actividad física, lo que contribuye a mantener la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Además, la exposición al sol facilita la síntesis de vitamina D, esencial para la salud ósea y el sistema inmunológico.

A su vez, la naturaleza tiene un efecto terapéutico en la mente, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión. Sin olvidar que la estimulación sensorial proporcionada por la naturaleza promueve la relajación y la mejora del estado de ánimo.

Las actividades al aire libre también fomentan la interacción social, fortaleciendo los lazos afectivos entre los mayores y sus compañeros. No en vano, compartir experiencias en entornos naturales crea recuerdos significativos y promueve un sentido de pertenencia.

Finalmente, la exposición a entornos naturales ofrece una variedad de estímulos visuales y auditivos que pueden ayudar a mantener la agudeza cognitiva.

En resumen, las mejores actividades para personas mayores al aire libre son aquellas que incorporan ejercicios suaves y ayudan a mejorar su salud sin hacer un sobreesfuerzo.


Mejorando la capacidad cognitiva con actividades en la sala multisensorial

En el Cel de Rubí venimos apostando por un nuevo proyecto de actividad en la sala multisensorial para mejorar la capacidad cognitiva.

Se trata de un juego de lo más entretenido para nuestros mayores: el trabajo de construcción con Lego, es decir, trabajar a nivel psicológico la elaboración de figuras 3D de construcción a partir de imágenes 2D.

Todo ello forma parte, además, del programa de actividades de El Cel de Rubí.

Como veremos en este artículo, estos ejercicios funcionan muy bien para estimular la capacidad cognitiva.

Trabajando las capacidades cognitivas

Las capacidades cognitivas son funciones mentales y habilidades que permiten a una persona procesar, entender, recordar y utilizar la información que recibe del entorno.

Estas capacidades juegan un papel fundamental en el pensamiento, el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Abarcan una amplia gama de funciones mentales que trabajan juntas para procesar la información y desempeñar diversas tareas cognitivas.

Concretamente, a través de estos ejercicios con LEGO y de estimulación sensorial, se trabajan varias capacidades cognitivas como son:

  • La capacidad atencional y de concentración. El estar pendientes de qué pieza se corresponde con la figura o el hecho de ser conscientes de que piezas ya han sido seleccionadas estimula la capacidad de focalización en un estímulo.
  • La memoria reciente e inmediata. Nos permite saber qué piezas hemos colocado ya y cuáles son las siguientes a elegir.
  • La socialización y el ocio. Como trabajamos de forma grupal, favorecemos los lazos relacionales entre los y las diferentes usuarios/as. Durante la construcción, surgen conversaciones sobre lo que se está llevando a cabo o sobre otros aspectos que recuerdan. La socialización y el espacio de ocio son componentes muy importantes para llevar a cabo un envejecimiento activo.

Y es que con el trabajo de la capacidad cognitiva, se progresa en el trabajo sobre la atención, la concentración, la memoria, el razonamiento lógico, resolver problemas y a mayor velocidad, la percepción visual y espacial y las habilidades motoras, la creatividad o las habilidades sociales, entre otros elementos.

Estas capacidades cognitivas trabajan juntas y se complementan para permitir un funcionamiento mental eficiente y adaptativo en diversas situaciones y contextos. Por ello, mantenerlas a lo largo de la vida es esencial para un envejecimiento saludable y para mantener una mente activa y comprometida.

En esto también son determinantes las praxias.

¿Qué son las praxias?

Las praxias hacen referencia a un proceso neurológico donde se llevan a cabo una serie de acciones de movimientos de forma voluntaria para llevar a cabo un fin.

Es decir, son habilidades motoras y cognitivas que permiten planificar, organizar y ejecutar acciones y movimientos precisos y coordinados para realizar tareas específicas. Estas habilidades están relacionadas con la capacidad del cerebro para planificar y llevar a cabo acciones motrices complejas, como vestirse, comer, cepillarse los dientes, escribir, manipular objetos, entre otras.

En el caso que nos ocupa, la construcción de figuras, estamos trabajando las praxias visoconstructivas o visuoespaciales. Estas se corresponden con la capacidad de ejecutar una serie de movimientos en específico para organizar ciertos elementos en un espacio concreto (Maragall, s.f.).

Existen otros tipos de praxias, cada una enfocada en una función particular:

  • Ideomotoras: Implican la capacidad de realizar movimientos en respuesta a una orden verbal o mental.
  • Ideatorias: Involucran la planificación y ejecución de secuencias de movimientos.
  • Oromotoras: Son habilidades relacionadas con la coordinación de los músculos orales y faciales para realizar movimientos como hablar, masticar, tragar, etc.

¿Cómo estimular la capacidad cognitiva?

Contamos con numerosas herramientas para estimular la capacidad cognitiva de nuestros mayores en El Cel de Rubí, con el objetivo de mantener su mente activa y mejorar su calidad de vida.

Son actividades que además son extrapolables más allá de nuestros centros.

Todo empieza con las actividades cognitivas propiamente, es decir, acciones que desafíen y estimulen el cerebro, como rompecabezas, crucigramas, sudokus, juegos de memoria, juegos de palabras y juegos de estrategia.

A ello podemos añadir actividades creativas y de expresión artística, como la pintura, la escultura, la escritura, la música y la danza.

Con clases y talleres también se mantiene la mente activa, al igual que con el ejercicio físico regular – mejor aún si son al aire libre-.

Y hay que destacar especialmente la terapia ocupacional. En el Cel Rubí contamos con terapeutas ocupacionales para diseñar actividades personalizadas que aborden las necesidades individuales de los residentes, incluidas las actividades que mantengan sus habilidades motoras y cognitivas.

Por supuesto, los juegos de mesa y grupos sociales, la reminiscencia (compartir sus historias de vida, recuerdos y experiencias), y contar siempre con una óptima alimentación, es fundamental.

Como también lo es la estimulación multisensorial, de la que ya os hemos hablado largo y tendido.

Básicamente consiste en diseñar espacios que estimulen los sentidos a través de colores, texturas, aromas y sonidos agradables. Y es que la estimulación multisensorial puede mejorar el estado de ánimo y la cognición.

En este caso, es necesario ahondar en las virtudes de la intervención mediante la estimulación multisensorial o Snoezelen. Estos espacios son salas adaptadas con material ya preparado para proporcionar experiencias sensoriales diversas.

Lo que perseguimos es lograr un ambiente de estimulación facilitando la exploración, el descubrimiento y el disfrute de diferentes experiencias sensoriales. Un “despertar sensorial”.

Beneficios de la estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva en los ancianos ofrece una serie de ventajas y beneficios que contribuyen a mejorar su calidad de vida y su funcionamiento mental.

Algunos de estos beneficios (NeuronUP, 2022) aluden a la promoción de la autonomía y la autoestima, ralentizar el deterioro cognitivo… Veamos cuáles son los más destacados:

  • Mantener las habilidades cognitivas y fortalecer las habilidades mentales como la memoria, la atención, el razonamiento y la resolución de problemas. Esto ayuda a retrasar el declive cognitivo asociado con el envejecimiento.
  • Prevenir el deterioro cognitivo, reduciendo el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
  • Mejorar la concentración y la atención y una mayor estimulación neuronal y plasticidad cerebral.
  • Mejorar el estado de ánimo y reducir los sentimientos de ansiedad y depresión.
  • Fomentar la socialización, la interacción social y el compromiso emocional para prevenir el aislamiento social y aumentar la autoestima.
  • Retrasar el avance de enfermedades neurodegenerativas y promover su independencia.

En resumen, la estimulación cognitiva en nuestros mayores supone una serie de beneficios que abarcan desde el mantenimiento de habilidades mentales hasta la promoción de la salud emocional y el bienestar general. Por ello, para maximizar estos beneficios, en el Cel Rubi diseñamos programas de estimulación cognitiva adecuados a las necesidades individuales y preferencias de cada persona.

Referencias


historia de vida

Historia de vida: su importancia en el ingreso y la vida en una residencia para mayores

En El Cel de Rubí trabajamos con un programa de Atención Centrada en la Persona (ACP) fundamental para el ingreso y la estancia de las personas mayores en nuestros centros: la Historia de Vida.

En este post, vamos a conocer a fondo esta metodología que ayuda de forma decisiva a facilitar el ingreso y la nueva vida de los residentes en los centros, mejorando las relaciones familiares y con los trabajadores y evitando la exclusión social.

¿En qué consiste la historia de vida?

Este proceso, que realizamos con el ingreso de cualquier persona en nuestra residencia de ancianos de Rubí, trata de conocer los pormenores y detalles, así como el contexto y las experiencias vividas, para de esta manera saber más y mejor, desde el inicio, los gustos y habilidades de cada usuario.

Conociendo su historia vital, hacemos que sus primeros pasos y la adaptación a su nueva vida y hogar sea más sencilla. Por ejemplo, podremos definir, dentro de lo posible, qué preferencias tiene sobre su estancia, lo que le gusta desayunar, las comidas que le gustan y las que no, para poder ofrecer un alternativo… Además de poner en común esas actividades y habilidades que cada uno posee para poder relacionarse con personas que tengan las mismas y, sobre todo, para incluirla en el programa de actividades.

En definitiva, la historia de vida de los residentes nos permite conocerles con mucho detalle y usar sus biografías para darles voz y voto, reforzar su identidad y su rol dentro de la residencia, potenciar su dignidad y hacer de este intercambio de información un reconocimiento a su memoria y a su vida.

Los objetivos de la historia de vida de los residentes

Poniendo al nuevo residente como eje central, el objetivo de apostar de conocer y confeccionar la historia de vida de cada residente es que todo el equipo de profesionales trabaje de forma conjunta para conocer en profundidad a cada uno de los mayores, sus preferencias y necesidades, saber cómo quiere ser atendido y en definitiva mejorar su calidad de vida.

Mediante este proceso, el usuario se siente en familia desde el mismo día del ingreso, y se facilita la creación de vínculos con otros residentes y los profesionales que trabajan a diario a su lado.

Al mismo tiempo, este proceso busca trabajar la estimulación cognitiva del usuario, su memoria, y una adaptación y la cohesión al centro mucho más plena.

¿Cómo se hace una historia de vida?

En la historia de vida podemos recoger todos aquellos aspectos de la vida de la persona que sean importantes para ella.

Una estructura básica pasa por conocer sus datos básicos, costumbres, gustos y tradiciones, así como los detalles de su infancia, adolescencia, madurez y presente. Desde el lugar de nacimiento a sus padres, amistades, amores, estudios, religión, trabajo, hijos, vivienda, hobbies, entorno familiar y social…

Por supuesto, también es muy interesante saber si ha vivido algún periodo histórico y que le haya marcado. Para ello, nada mejor que contar con documentos personales como fotos, libros, etc.

No hay que olvidar que, además de recoger los datos de la vida de la persona en su pasado, es vital recoger sus sentimientos / estado de ánimo en el momento actual, para determinar sus expectativas de futuro y su nuevo proyecto de vida en la residencia.

Así, esta guía vital arranca tras el primer acceso al centro con una entrevista en profundidad a la familia y al residente para ir detallando aspectos concretos de la vida de la persona. Esa información se traslada después al equipo de El Cel de Rubí, de forma que todos los profesionales (terapeutas ocupacionales, médicos, fisioterapeutas,  enfermeros, psicólogos, etc.) podrán conocer al residente, diseñar un plan a medida, personalizar la atención, etc. En este sentido, la participación coral de todos es clave para unos cuidados y atención que respeten al máximo la autonomía y capacidad de decisión de las personas mayores

El acompañamiento del centro

Y para confeccionar la historia de vida o los diferentes tipos de historias, es necesario que participe una segunda persona, además de un familiar. Habitualmente, la historia de vida normalmente la recoge el terapeuta o la trabajadora social como parte del ingreso, y va adjunta al pictograma que se realiza sobre la parte social de la persona.

Como vemos, los beneficios de apostar por esta práctica durante el ingreso de cada persona mayor son muchos. Entre los más importantes destacan:

  • Potenciamos la memoria y fomentamos la orientación espacial y temporal, dado que la persona mayor se verá obligada a evocar los recuerdos de su vida.
  • Reforzamos su identidad y reconocimiento como persona, algo especialmente útil en personas, por ejemplo, con algún grado de demencia o Alzheimer.
  • Los profesionales pueden identificar las actividades específicas para cada residente, tanto las que necesita como las que le hacen disfrutar. Esto personaliza al máximo la atención y ayuda a que la persona esté más participativa, aprende más y se vea más involucrada en las actividades de la residencia.
  • Se fortalecen vínculos con la familia.

La importancia de conocer la historia de vida de cada residente

Observando sus beneficios, podemos entender mejor lo importante que es cada historia de vida de cada residente.

Porque la historia de vida es la herramienta clave para conocer ya de entrada a las personas, y esta personalización del cuidado es la llave del éxito en la atención. No en vano, conocer a las personas que acompañamos resulta la única forma óptima de poder apoyarlas en su nuevo proyecto de vida.

Saber de cada trayectoria individual, de su personalidad única, de su estado de salud física y mental, y del contexto sociofamiliar, condicionará su respuesta ante su estancia en el centro y la nuestra como profesionales en la atención. Y es que las personas mayores, lejos de ser todas iguales, manifiestan distintas necesidades, capacidades y expectativas.

En definitiva, con esta historia de vida podemos empoderar a cada persona para ser un agente activo en su día a día y no un mero receptor de cuidados.

Este método es especialmente beneficioso en personas que tienen alguna demencia y que no nos pueden explicar su pasado, ya que necesitamos que sus familiares nos expliquen su biografía para poder hacer el mismo trabajo. En definitiva, para respetar e intentar adaptar sus cuidados al máximo, aunque la persona por cualquier motivo no se dé cuenta.


Las ventajas de las residencias para personas mayores

La mayoría de las familias considera que la residencia es la mejor opción para sus mayores por los beneficios que implica respecto a vivir en el domicilio personal.

Aunque todavía hay ciertos estigmas, el uso de residencias sigue siendo la principal alternativa para el cuidado de nuestros mayores. Primero por su salud y cuidado personal y diario, y después por las facilidades que supone para familias en las que no se dispone del tiempo o espacio suficiente para sus cuidados, ya que seguramente necesiten unos cuidados más específicos, profesionales y continuos.

Está claro que no hay nada como el amor y el cariño de un ser querido y el hogar propio. Desde El Cel Rubí sabemos que todavía cuesta entender que no disponer de tiempo para atender a las personas mayores y hacerse cargo es complicado con trabajo y la vida ajetreada de hoy en día, por lo que estar en un centro de día o residencia presenta numerosas ventajas.

En las residencias se satisfacen todas las necesidades de atención y sobre todo de forma profesional, hay tiempo libre y ocio, se tiene atendida la parte médica y social, se participa en las actividades, hay terapias ocupacionales… Y esto no es baladí: por la inercia social de España, y también como consecuencia de los estragos de la Covid-19, hay un mayor número de personas mayores que viven solas. Precisamente, durante la pandemia muchas de ellas se quedaron solas en sus hogares y quizá con déficit de atención, especialmente del tan necesario contacto social.

Las personas de más de 65 años que viven solas, en cifras

En España, se ha duplicado el número de personas mayores de 65 años en menos de 30 años, y supone el 18,5% de nuestra sociedad. Se estima que en los próximos 30 años las personas mayores de 65 años estarán por encima del 30% de la población -casi 13 millones-, siendo hoy por hoy España el país más envejecido del mundo.

En nuestro país, actualmente, 4.849.900 de personas viven solas. De esas casi cinco millones de personas, el 43 % tiene más de 65 años, y de ellas, siete de cada 10 son mujeres. Así, hay 1,5 millones de mujeres mayores de 65 años que viven solas frente a los 620.400 hombres.

Es decir: según los datos del INE en 2021, el 10,2% de la población en nuestro país vive en solitario, y casi la mitad son personas mayores de 65 años. Y lo que es más alarmante: según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística en su Proyección de Hogares 2020 – 2035, la cifra irá aumentando hasta los 5,8 millones en 2035.

Por tanto, ha habido un incremento exponencial del 6% de hogares (130.000) en los que vive solo una persona, en apenas un año. Unos datos que cobran especial relevancia tras la pandemia de Covid-19. Como consecuencia del coronavirus, el número de personas que viven solas se incrementó un 2,0% en 2020 (respecto a 2019).

Dicho de otra forma: en 1 de cada 10 viviendas en España habita una persona mayor sola. Por comunidades autónomas, Cataluña es la región con más mayores viviendo solos, seguida de Andalucía y Madrid.

Además, y por grupo de edad, los hogares unipersonales de personas de 65 y más años aumentaron un 6,1% en 2020. De hecho, más de 850.000 viven solas y tienen 80 o más años. Unos datos que reflejan que las personas ancianas son cada vez más… y viven más solas.

El hecho de cada vez más personas mayores vivan solas en sus casas en España apareja unos riesgos importantes desde el punto de vista sanitario o de seguridad.

Esta situación puede conllevar diversos problemas. Más allá de posibles fallos en la toma de medicamentos, caídas no atendidas, etc. están las propias consecuencias negativas de la soledad, como la falta de atención o depresión, lo que reduce la calidad y esperanza de vida de nuestros mayores.

Ventajas de vivir en una residencia

Las residencias para mayores son centros abiertos que acogen a personas que, por lo general, sobrepasan los 65 años, siendo el perfil mayoritario de quienes entran a vivir en ellas los mayores de 80 años. Habitualmente, acuden personas con algún tipo de dependencia que les imposibilita vivir de manera autónoma, o que pueden valerse por sí mismos pero que, por varias circunstancias, no es factible que residan en su propia casa o que vivan junto a algún familiar, pariente o amigo. Sea como sea, las residencias son lugares muy adecuados para que vivan las personas mayores, sean o no sean dependientes.

Al respecto, algunas de las principales ventajas de vivir en una residencia para mayores son:

  • Disponen de personal cualificado y atención médica continuada. Tener personal sanitario todos los días de la semana y en cualquier momento es una garantía de seguridad y de salud.
  • Las residencias suelen estar adaptadas para atender todos los niveles de dependencia y patologías que afectan a las personas mayores. Los residentes no están limitados para desplazarse, y los espacios están perfectamente adaptados para sillas de ruedas. Así, los aseos y las duchas son anchas y los pasillos están libres de cualquier obstáculo.
  • Servicios como seguimiento de sus prescripciones médicas, atención sociológica y psicológica, rehabilitación muscular o vigilancia.
  • La estancia también puede ser temporal y regresar al domicilio familiar cuando se desee.
  • Los menús diarios para personas mayores, adaptados a sus necesidades y gustos, es otro de los valores a tener en cuenta.
  • Las residencias son casas grandes donde viven muchas personas, son una gran familia, pueden disfrutar de tiempo fuera con sus familiares y de las atenciones profesionales que brinda el personal del centro, y sobre todo mucho cariño.

dona residencia

La importancia de la socialización

Si hay una característica que define a las residencias de personas mayores y que mejora ostensiblemente su calidad de vida es la socialización. De entrada, en una residencia se está rodeados de personas en situaciones similares, por lo que resulta muy sencillo poder socializar.

Acompañados y supervisados por el personal del centro, nuestros mayores cuentan con la compañía de los demás residentes para conversar y compartir el tiempo y el ocio. Alejar la soledad es crucial para el bienestar personal.

Más allá de poder recibir todas las visitas de familiares y amigos que deseen, como si estuvieran en su propio hogar, el hecho de poder charlar y realizar actividades compartidas a diario permite que los mayores mantengan su autonomía, se sientan útiles, estén activos y estimulen la mente, lo que ayuda a prevenir y controlar la demencia. Una patología que, como es sabido, afecta de forma especial a este colectivo.

Por ello, en El Cel Rubí contamos con un amplio programa de actividades ocupacionales y culturales. Hablamos de talleres de costura y de cocina, visionado de documentales y debates, bingo, etcétera. Disponemos de actividades en paralelo para poder ofrecer distintos talleres según los gustos de los usuarios, somos un centro ‘vivo’ que evoluciona con quienes residen en él.

Por ejemplo, cada mes se celebra el cumpleaños de los residentes tanto con los demás como con la familia. Y cada año se celebra precisamente la fiesta de la familia, en la que los parientes se incorporan a la dinámica del centro y se realiza una comida festiva. Realizamos también terapias sensoriales en el espacio Snoezelen, usamos gamas de realidad virtualidad para fomentar la reminiscencia, y de forma voluntaria, para fomentar la autoestima y el sentirse útil, quienes lo deseen pueden ayudar a la hora de poner la mesa, doblar toallas y baberos, etc.

También contamos con un programa donde los residentes pueden, acompañados de otros familiares y voluntarios, acceder a sitios particulares del barrio, recordar vivencias pasadas y sentirse identificados. Además, hay encuentros intergeneracionales con algunas escuelas, talleres solidarios donde se realizan productos artesanales para venderlos y destinar los beneficios a proyectos sociales de su elección.


Todo lo que debes saber sobre Ley de Dependencia en España

La actual Ley de Dependencia en España es la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de España.

¿A quién se aplica la ley de dependencia?

Popularmente se le conoce como “ley de dependencia”, y se trata básicamente de una ley creada por el actual Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, es decir, los servicios y prestaciones destinados a la promoción de la autonomía personal, así como a la protección y atención a las personas, a través de servicios públicos y privados concertados debidamente acreditados.

Según esta ley, la autonomía personal es la “capacidad de controlar, adoptar y tomar por propia iniciativa decisiones personales, así como desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”.

Por otra parte, la definición de dependencia que da es: “Estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal.

En suma, desde la aprobación de la Ley de Dependencia en 2006, toda persona que esté en situación de dependencia puede acceder a las prestaciones contempladas, siempre que tenga reconocida la situación de dependencia en alguno de los grados establecidos en la propia Ley.

Requisitos para poder percibir las ayudas para la dependencia

Para ser considerado beneficiario, es necesario que se cumplan estas premisas:

  • Tener la nacionalidad española.
  • Residir en la comunidad autónoma en la que se solicita la ayuda.
  • Residir en territorio español y haberlo hecho durante 5 años, de los cuales 2 deben de ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud.
  • Ser declarado “dependiente” por el órgano evaluador de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Colectivos que incluye la ley de dependencia

La ley de dependencia se aplica a aquellas personas que por razones de enfermedad, edad o discapacidad son dependientes de forma permanente. Esto implica que la persona en cuestión no dispone de autonomía física, mental o sensorial, por lo que precisa de una o varias personas para realizar las actividades de la vida diaria.

Así lo reconoce la ley, aseverando que las personas “que no pueden valerse por sí mismas serán atendidas por las administraciones públicas”. Esta atención va desde los servicios asistenciales a las prestaciones económicas.

Problemática en España

En España, el ejercicio 2020 concluyó con un total de 1.356.473 personas dependientes, de las cuales el 17.1% no perciben ninguna prestación aun teniendo derecho a ello.

Esto se debe a que hasta que una persona no es valorada personalmente por el equipo de Valoración de la Dependencia y posteriormente éste emite la resolución, pueden pasar entre tres y seis meses.

Además, una vez recibida esta resolución de grado de dependencia, deberá esperar otros tantos meses a que los servicios sociales del municipio en el que reside la citen para valorar la situación, y ofrecerle aquellos servicios o prestaciones que más se adapten a sus necesidades y a su voluntad.

Finalmente, una vez realizada esta gestión, deberá esperar a que se emita una nueva resolución, ésta vez contemplando las prestaciones y ayudas que se han aprobado, para finalmente poder cobrar la prestación o acceder a los servicios solicitados.

Por un lado, se da el caso de que muchas personas, tal y como alertan desde la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios sociales, fallecen antes de ser atendidos. Y por otro lado, el sistema garantista se ha visto ralentizado año a año por la falta de recursos, por lo que cerca de 300.000 personas en España siguen sin cobrar las ayudas a las que tienen derecho.

¿Cuándo es una persona dependiente y qué grados contempla la ley?

Por lo general, una persona se convierte en dependiente cuando necesita ayuda de otra persona para realizar actividades cotidianas, ya sea comer, vestirse, caminar, bañarse, preparar comidas, asearse, etc. En este punto, es importante discernir entre dependencia y discapacidad. Son términos y situaciones distintas, por lo que los la trámites de solicitud del certificado de discapacidad y la valoración del grado de dependencia no tienen nada que ver.

Así, los tres grados de dependencia que contempla la ley son:

  • Grado 1 - Moderada: se precisa apoyo temporal para realizar actividades de la vida diaria de la persona al menos una vez al día.
  • Grado 2 - Severa: se necesita ayuda para realizar actividades de la vida diaria dos o tres veces al día, pero sin requerir el apoyo permanente de un cuidador.
  • Grado 3 - Gran dependencia: la persona dependiente necesita ayuda para realizar actividades de la vida diaria varias veces al día y además tiene necesidades de apoyo continuas. Las personas con Grado 3 son atendidos con carácter preferente.

Este grado de dependencia puede ser revisado si se produce un cambio en la situación, si aparece una nueva patología o a instancias de la persona afectada, sus representantes o la administración.

Servicios y prestaciones económicas de las personas dependientes

Las personas dependientes tienen por derecho la opción de solicitar servicios de atención y, en ocasiones especiales, prestaciones económicas. A su vez, pueden recibir información relacionada con su patología, notificaciones en caso de que los procedimientos necesiten autorización, confidencialidad y a decidir sobre su propia tutela, la de sus bienes y sobre su ingreso en un centro residencial.

Algunos de los servicios de los que se puede beneficiar una persona declarada dependiente son:

  • Ayuda a domicilio.
  • Limpieza del hogar
  • Centro de Día.
  • Atención residencial.

En cuanto a las prestaciones económicas, encontramos:

  • Prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidadores no profesionales.
  • Prestación económica vinculada al servicio asignado, cuando sea imposible el acceso a un servicio público o concertado.
  • Prestación económica para la contratación de un asistente personal que ayude a realizar las actividades de la vida diaria.

Por ejemplo, actualmente, las personas con grado II o III de dependencia pueden percibir hasta 715.07 € mensuales en concepto de prestación vinculada a residencia, así como acceder a una plaza pública, concertada o colaboradora por la cual pagarán una aportación que se calculará siempre en función de sus ingresos.

Por otro lado, por cuidados familiares, hay un importe mensual máximo de 306 euros, cantidad que actualmente perciben 450.000 personas. Así, las personas de grado I suelen percibir una media de 138 euros, 242 euros para las personas de grado II y 335 euros para las personas de grado III.

De esta manera, las personas tendrán derecho a recibir diferentes tipos de ayuda y prestaciones en función de su grado de dependencia. Además, la ley establece un nivel mínimo de protección que está definido por la Administración del Estado.

Procedimiento, solicitud y valoración

El primer paso del procedimiento es solicitar el reconocimiento de grado, presentando la solicitud según el modelo oficial y adjuntando la documentación requerida por la administración pública.

Al ser una ley transferida a las autonomías, cada Comunidad Autónoma establece un órgano de valoración. Éste será el responsable de emitir un dictamen sobre el grado de dependencia de las personas que lo tramiten.

Una vez realizada la valoración y determinado el grado de dependencia, se emitirá una resolución y se procederá a elaborar un Plan Individual de Atención (PIA) para la persona interesada, que es el instrumento que concreta las necesidades y los recursos más adecuados según cada caso y situación.

La solicitud de ayudas a la dependencia puede hacerla la persona con alguna enfermedad, un familiar, un representante legal o incluso una administración pública. Para ello, nos podemos dirigir a los Servicios Sociales comunitarios de referencia, o bien a los centros de atención primaria, concretamente a la trabajadora social del centro. La trabajadora social de las residencias y centros de día también puede actuar como profesional de referencia, para ayudar a las personas dependientes y a sus familiares a realizar todos los trámites necesarios de cara a acceder a los servicios y prestaciones derivados de la Ley de Dependencia.

Es importante recalcar que tanto el grado como los servicios asignados podrán revisarse en cualquier momento.


DIA MUNDIAL DE TOMA DE CONCIENCIA DEL ABUSO Y MALTRATO EN LA VEJEZ

Un problema de violación de derechos humanos invisible

 

En nuestra sociedad cada vez tiene más fuerza el movimiento en contra de la violencia machista o el maltrato infantil. Pero, ¿qué pasa con el abuso y maltrato a las personas mayores?

Es un problema social que, pese a que está logrando más visibilidad, sigue siendo un tema tabú que no recibe la atención necesaria por parte de los planes de acción gubernamentales. De hecho, es el tipo de violencia que menos se trata en los estudios. 

Un tipo de violencia que pasa casi inadvertido, ya que solo se notifican 1 de cada 24 casos. 

Y este problema de salud pública y social se verá incrementado notablemente en un futuro próximo, debido al aumento de población mayor de 60 años. Se prevé que pase de los 900 millones de personas de 2015 a los 2000 millones en el año 2050. 

Por ello, el día 15 de junio (fecha oficial de la ONU) se celebra el DÍA MUNDIAL DE TOMA DE CONCIENCIA DEL ABUSO Y MALTRATO EN LA VEJEZ, con el objetivo de denunciar y concienciar sobre el maltrato y sufrimiento que padecen miles de personas mayores en el mundo. 

https://www.youtube.com/watch?v=1GLMD-6p9jI&t=3s

 

¿Qué es el maltrato a los ancianos? 

La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo define como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. 

Uno de los mayores hándicaps radica precisamente en el hecho de que el abuso suele darse en el ámbito familiar, de modo que las personas que lo padecen no se atreven a denunciarlo, por miedo a represalias, a ser abandonadas o a perder relaciones afectivas (hijos, nietos, etc.)

Aunque en general el maltrato es intencionado, ya sea físico o psicológico, en muchos casos suele tratarse de un abandono. Es decir, no cubriendo las necesidades de la persona mayor, como su nutrición, su higiene, su medicación…

 

Tipos de abusos

Como hemos visto, este tipo de violencia en mayores puede darse de diversas formas:

  • Maltrato físico: uso de la fuerza física que causa lesiones intencionadamente. Puede incluir golpes, pellizcos, zarandeos, uso inapropiado de fármacos…
  • Maltrato psicológico: causa un daño emocional. Implica el uso de amenazas, insultos, menosprecio, humillaciones, impedir la toma de decisiones, etc. 
  • Abuso sexual: cuando hay contacto sexual con una persona anciana sin tener su consentimiento, tocamientos, desnudez forzada, etc.
  • Maltrato económico: apropiación sin autorización de dinero, objetos y propiedades pertenecientes a la persona mayor. También la manipulación de documentos o cuentas bancarias. 
  • Abandono o negligencia: cuando el cuidador se desentiende de las necesidades de la persona mayor (alimento, higiene, medicación) y esto amenaza a su salud o a su seguridad. También cuando es abandonado en residencias, hospitales o lugares públicos (plazas, centros comerciales...)

Todas estas situaciones raramente son denunciadas. 

Muchas veces las propias víctimas sienten vergüenza o simplemente no pueden hacerlo, debido al deterioro de sus capacidades cognitivas o de comunicación. 

Es por esto que hay que tener este problema presente, para poder detectarlo y prevenirlo. 

Cómo evitarlo

Son muchos los factores que influyen para detectar los malos tratos, así que debemos estar muy alerta ante los indicios que nos indiquen una posible situación de abuso. 

Al ser una problemática compleja y muchas veces oculta, es esencial una sensibilización de la sociedad para poder prevenirla. 

Entender y afrontar los factores o situaciones de riesgo es fundamental para desarrollar iniciativas públicas o privadas. Hay que detectarlos y actuar antes de que aparezca el maltrato. 

Por otro lado, los factores de protección son aquellas características de la propia persona mayor, su familia o su entorno, que podrían actuar para prevenir estas situaciones. 

Este 2021 hemos participado en la elaboración de la Guía Local para hacer frente a los maltratos a personas mayores, llevada a cabo por los servicios sociales del Ayuntamiento de Rubí, en colaboración con la Diputació de Barcelona. Se trata de una herramienta para que profesionales y agentes sociales adquieran un profundo conocimiento de este tipo de violencia y les proporcione unos criterios y circuitos para prevenirla, detectarla y poder actuar. 

Cómo actuar ante un caso de abuso o maltrato a una persona mayor 

El silencio de cuidadores, familia o instituciones nunca debería ser una opción. 

Cualquiera que detectara o tuviera sospechas de que existe un posible caso de maltrato, ha de ponerse en contacto con las autoridades pertinentes para darlo a conocer y buscar una solución. 

Si no es posible acudir a la policía, existen otras alternativas: 

  • El Imserso puede ofrecer consejo o apoyo, así como facilitar medidas o posibles soluciones. 
  • Comunicación al Juzgado de guardia. Se prestará especial atención al caso y se actuará con mayor rapidez. 
  • Solicitud urgente de residencia, si la persona no está viviendo en las condiciones oportunas. 
  • La Asociación para la investigación del maltrato al anciano (EIMA): realizan acciones de sensibilización, forman a profesionales, realizan investigaciones y publican documentos relacionados con los malos tratos. 
  • La Asociación de lucha contra el maltrato a mayores (ALMAMA): es una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo ayudar a personas mayores que viven una situación de abuso y maltrato. 
  • Solicitud de valoración del estado de salud en un centro de salud: cuando hay cambios físicos notorios o evidencia de daños físicos, el médico realiza un chequeo para confirmar las sospechas. 

 

Una responsabilidad como sociedad

No debemos caer en el paternalismo o la infantilización. 

Las personas mayores son parte de nuestra sociedad, y como tal, deben poder formar parte de ella de una manera activa. Hay que fomentar su participación y promover un envejecimiento activo. 

Del mismo modo que penalizamos el sexismo o el racismo como formas de discriminación, también hay que reprobar el edadismo, que discrimina a las personas por razón de su edad. 

Es necesario inculcar una actitud positiva hacia las personas mayores y proteger sus derechos. Y considerar esta etapa de la vida igualmente activa, un momento para disfrutar y compartir con otras generaciones.


LAS RESIDENCIAS SON UN LUGAR SEGURO

MEDIDAS DE SEGURIDAD FRENTE AL COVID-19 EN NUESTROS CENTROS

Desde que empezó la pandemia hace más de un año, las residencias han sido, sin lugar a dudas, el sitio donde más impacto ha tenido el coronavirus. Las personas mayores son un grupo especialmente vulnerable a esta enfermedad, tanto por la edad como por la presencia de patologías previas. 

Los centros residenciales hemos hecho frente a muchos obstáculos, sobre todo la falta de recursos. Hemos tenido que encarar una crisis sanitaria con medios asistenciales. 

Por otro lado, se han puesto en evidencia las carencias del sistema, y deberíamos tomarlo como una oportunidad para resolver las asignaturas pendientes que hace tiempo que venimos reclamando. 

Sin embargo, tanto los centros como los equipos que los integran han sabido adaptarse y gestionar la crisis sanitaria gracias a protocolos de seguridad y planes de contingencia (además de una implicación ejemplar por parte de todas las personas que forman parte de las plantillas). 

El Departament de Salut establece que la Residencia y Centro de día El Cel de Rubí es un centro de Tipo B. Esto significa que el centro dispone de profesionales asistenciales tanto sanitarios como no sanitarios. Y aunque presenta algunos inconvenientes para procurar una zona de aislamiento amplia, se cumplen los requisitos mínimos para atender casos puntuales de COVID-19 en el centro. 

 

Plan de contingencia

Hemos elaborado un Plan de contingencia, basado en el Plan Sectorial de la Generalitat de Catalunya, que fija los criterios y medidas para adaptar el funcionamiento de las residencias a esta nueva etapa. 

El objetivo es establecer un procedimiento de actuación ajustado a las características del centro, destinado a la prevención y respuesta ante la aparición de casos. También garantizar la protección de residentes, familiares y profesionales, así como ofrecer una atención de calidad. 

A continuación, veremos un resumen de los puntos más importantes de este plan de contingencia. 

 

  1. Identificación del caso

Se hará una detección de la infección a través del control de sintomatología, poniendo especial atención en los usuarios que presenten factores de vulnerabilidad previos. 

Los casos se clasifican en: 

  • Caso positivo (rojo)
  • Caso probable (amarillo)
  • Caso negativo (verde)

A diario se realiza una revisión en los usuarios, para comprobar que ninguno presenta síntomas. 

En caso de que sea necesario debido a la gravedad de los síntomas, se procederá a la derivación hospitalaria. 

 

  1. Actuación en caso de sospecha de caso de Covid-19

Será necesario utilizar los EPIs: mascarilla FFP2 y mascarilla quirúrgica para cubrirla, gafas o pantalla, bata o mono impermeable y doble guante. 

Una vez terminada la exposición, se seguirá lo indicado en el plan para su desinfección o eliminación. 

En caso de un resultado positivo en Covid, se realizará el siguiente control:

  • Medición de constantes e información al EAR (Equipo de Apoyo a Residencias, del CAP de referencia) diariamente. 
  • Solicitud de máquina de oxígeno.
  • 2 veces al día medición de las constantes de casos probables y temperatura de todos los usuarios. 
  • Cuarentena en las habitaciones de los casos probables sin síntomas. 
  • Aislamiento del caso probable con síntomas. 

 

  1. Sectorización de los espacios

Para garantizar la seguridad de residentes y personal, los espacios (señalizados en los planos del centro) se ha sectorizado en 3 áreas:

  • Zona verde: limpia
  • Zona amarilla: riesgo de contagio
  • Zona roja: destinada a aislamiento

En cada una se establecen las medidas de protección y los tipos de materiales que hay que usar. 

 

  1. Medidas preventivas

Se han fijado medidas preventivas en todos los aspectos de la vida del centro con el fin de evitar contagios y nuevos casos. 

  • Seguimiento de trabajadores y residentes.
  • Higiene y desinfección.
  • Distancias de seguridad.
  • Ventilación.
  • Gestión de residuos.
  • Recepción de mercancías.
  • Servicios externos.

 

  1. Altas de nuevos ingresos

Se modifica el protocolo de bienvenida al centro, haciendo la pre-alta por mail o videollamada. Se contactará con el CAP de referencia para programar la PCR de ingreso. 

Cualquier nueva alta tiene que estar autorizada por el departamento de salud y tener una PCR negativa previa (24h-48h). 

Una vez se produzca el ingreso, se realizará una cuarentena de 10-14 días, realizando un seguimiento del estado emocional y de salud. 

Los nuevos residentes correctamente vacunados NO necesitan realizar dicho aislamiento, pero sí una PCR negativa

 

  1. Salidas del centro

Cada vez que se salga del centro, ya sea para visitas médicas u ocio, será siempre con mascarilla y evitando el transporte público. 

Las salidas de ocio serán en el exterior. 

Y al volver a la residencia se llevará a cabo una limpieza y desinfección exhaustiva (ducha, cambio de ropa, desinfección de zapatos y sillas de ruedas, etc.). 

 

  1. Plan de actividades

Uno de los principales problemas durante la pandemia ha sido la falta de contacto con el entorno. En algunos casos, se han detectado episodios de estrés y ansiedad. 

Por ello, y siempre garantizando las medidas de seguridad, se ha preparado un plan de actividades para asegurar el bienestar de los usuarios, más allá de la protección frente al virus. 

También se han establecido grupos de convivencia por zonas, donde conviven durante el día. 

 

  1. Visitas, salidas de ocio y comunicación

A medida que la situación epidemiológica lo permita, se irá procediendo al retorno a la normalidad de manera progresiva. 

Habrá que consultar previamente con el centro las normas a seguir en lo relativo a las visitas y salidas. 

Como siempre, en todo momento mantenemos comunicación con las familias, tanto del seguimiento de salud y emocional de los usuarios, como de las actividades y modificaciones de las medidas. 

 

  1. Trabajadores del centro 

Para poder ofrecer el mejor trato a nuestros residentes, también ponemos especial énfasis en el cuidado de nuestros trabajadores. 

Disponemos de un Técnico de prevención en Riesgos Laborales, realizamos cribajes periódicos, damos soporte emocional al personal (imprescindible en este difícil periodo) y contamos con un programa formativo que nos permite estar actualizados. 

 

Estamos preparados

Ahora, gracias a la vacunación, se abre una nueva etapa ante nosotros. 

Tenemos un 93% de residentes vacunados y un 0,2% de contagios en los centros. 

La Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA), de la que formamos parte, ha realizado la campaña “Estem preparats” (ver aquí).

Muestra cómo las residencias nos hemos adaptado a la nueva normalidad y estamos preparados para afrontar el futuro con ilusión y seguridad.